En memoria de José Soler Carnicer
En memoria de José Soler Carnicer
Con la brevedad de estas líneas, y en estos penosos momentos, tras la pérdida del amigo y compañero de toda una vida, resulta difícil resumir su densa labor intelectual relacionada con el mundo de las montañas en nuestra Comunidad. Dos aspectos reseñables: su temprana dedicación en el Centro Excursionista de Valencia a la divulgación de actividades, en la tarea de dar a conocer las inquietudes de una joven entidad, pionera del excursionismo asociativo de posguerra. Y, en otros sentido, su presidencia en la Federación Valenciana de Montañismo, en los años 71 al 78.
Centro Excursionista de Valencia En los primeros años 50 del pasado siglo, Soler se hizo cargo de la Vocalía de Divulgación del CEV, actividad donde encauzó su incipiente vocación de escritor. En aquel entonces, era necesario dar a conocer a la sociedad civil, ignorante por completo de los valores y significado del excursionismo, la escalada, la Espeleología y, en general, las actividades físicas y sociales de cara a las montañas, como deporte y como visión exaltada de la naturaleza. Soler cubrió, con su habitual buen hacer y constancia, esta fase pionera de comunicación con los medios de difusión del momento, la prensa y la radio, llenando el espacio de relación del montañismo con la ciudadanía. Estos principios de proyecto personal, compartidos con la actividad física del excursionismo, el esquí inicial y la Espeleología, tuvieron después una meritoria continuidad con Rutas Valencianas: hasta 120 itinerarios por toda nuestra geografía, publicados semanalmente por el diario Las Provincias, colección que constituye uno de los mayores aciertos de Soler como escritor y periodista dedicado a divulgar el conocimiento de los valores naturales y culturales de nuestra tierra.
Federación Valenciana de Montañismo: Soler vivió, por su mencionada actividad, la consolidación social del montañismo, los pasos cualitativos que creaban estructuras sociales y representativas de una actividad que despertaba con fuerza. La Federación de Montaña fue uno de esos fundamentales escalones del montañismo asociativo, con una vertebración nacional que fortalecía el conjunto de entidades en todo su ámbito, formada en principio por delegaciones (la nuestra encabezada por Antonio Daza en el año 1960) y, posteriormente, con federaciones por regiones que Soler asumió entre los años 71 al 78, donde su influencia y personalidad se extendía más allá de nuestra ciudad. En ambos casos, su participación, ha sido una contribución a la historia de lo que hoy somos socialmente.
La referencia al elevado número de sus libros, artículos, intervenciones y conferencias en el mundo del periodismo y del turismo, escapa a la extensión de estas líneas: su enumeración dejaría, irremisiblemente, numerosas omisiones. Queda finalmente decir de esta ingente actividad, su valor como legado de un proyecto personal de sentimiento y entrega a la naturaleza y a la cultura de nuestra tierra, que justifica toda una vida. Muchas cosas destacadas, quedan por decir y no caben aquí. José Soler Carnicer, ha sido amigo y compañero desde aquellos lejanos años 50, y lo seguirá siendo en el recuerdo, en la pesadumbre de un adiós que no es olvido.