El febrero de 1955, unos jóvenes con ganas de hacer una cosa diferente encendieron un cirio, iluminando como un candil en la oscuridad de la noche un espacio oscuro, decidieron, capitaneados por el profesor Francesc Esteve y algunos otros, con la inestimable ayuda de gente ilustrada vinculada al régimen franquista, pero de camada intelectual castellonera, crear una entidad excursionista y cultural separada del ideal político imperante y en cierto modo continuadora del Centro Excursionista Castellonense de los años treinta.

“El Centro Excursionista ha sido siempre un adalid en proyectos que llevaron al alcance de la sociedad conocimientos sobre la naturaleza y la cultura en el más amplio sentido de la palabra”.

Estos pioneros fueron los primeros a organizar los cursillos de valenciano. “De su enseñanza en nuestro local, montamos las primeras paradas de libros en la fiesta de San Jorge”. De la lengua, el centro ha dado testimonio que el catalán del sur es la lengua materna de la entidad.

“Durante más de veinte años participamos en la renovación anual de la llama por la lengua, llamada llama del Canigó. Haciendo brotar luces en las montañas de los alrededores de Castelló”.

Entre el legado que deja el Centro Excursionista destacan los primeros conciertos de autores de Castelló, valenciano o catalanes, como Raimon, Felix Estop, Marian Albero, Pau Orilla, Francesc Pi de la Serra; la semana de cine de Montaña, la primera escalada a la pared sur del Penyagolosa, la Subida a pie al Penyagolosa en un día, la creación del GR 33 o la publicación de libros de PR en la Tenencia de Benifassà.

La evolución de la entidad ha sido estrechamente ligada a la sociedad castellonense.

“Entonces se erigió como una entidad o puede ser la única entidad vinculada al excursionismo, la escalada, la espeleología y la cultura, entendida esta como una voluntad de conocer la tierra, la lengua catalana, la gente, y todo el que configura en un pueblo como tal”.

Cómo consigue un centro excursionista sobrevivir a 70 años de historia?

“Pertenecer al CEC ha sido un orgullo social que todavía se mantiene. Participar en sus actividades excursionistas, culturales o reivindicativas ha sido mantener un continuo flujo de compartir, ideas, opiniones, historias, pasiones, o problemas”.

El senderismo es el deporte que más se desarrolla desde el centro.

La razón es que cultura, medio ambiente y fomento de la lengua son áreas en las cuales la entidad está firmemente comprometida, en línea con los valores que busca transmitir.

“Aprendizaje y conservación de la natura, de nuestra lengua, cultura y disfrutar de la libertad que mujer andar, la necesidad social de compartir experiencias, el valor que da la unidad de la fuerza aglutinadora de la colaboración”.